En su momento, esta nación exigió a Estocolmo que debía poner fin a la cooperación o protección de formaciones extremistas, entre las que incluyó unilateralmente al Partido de los Trabajadores del Kurdistán, enfrascado desde hace décadas en la lucha por la soberanía kurda.
Hungría también se abstuvo de dar el visto bueno para el ingreso sueco a la alianza atlántica, luego de una reciente negativa de su Parlamento para respaldar ese paso, al recordar negativas declaraciones en su contra de políticos del país escandinavo.
Budapest afirma que funcionarios de la nación nórdica criticaron el sistema democrático húngaro y fueron muy activos en la aplicación de castigos y el bloqueo de fondos financieros de ayuda de la UE para el país centroeuropeo.
Sin embargo, el ministro magiar de Asuntos Exteriores, Petr Sziijarto, al reunirse aquí con su par turco, Hakan Fidan, afirmó que ambos países acordaron informarse mutuamente sobre asuntos vinculados al tema sueco y los pasos que se den en el futuro en ese sentido.
Vamos a tener en cuenta las opiniones planteadas por nuestro Legislativo, que tiene la última palabra, después que Estocolmo profirió ofensas serias contra nuestro país, incluida la ausencia en él de la democracia, advirtió el funcionario, citado por la agencia Anadolu.
Las decisiones del ingreso a la OTAN se toman por consenso de sus 30 miembros, pero varias potencias occidentales aumentaron la presión, en especial, sobre Türkiye, para obligarla a levantar su bloqueo a la entrada sueca al pacto noratlático.
En su momento, dos estados neutrales como Suecia y Finlandia solicitaron la integración a la OTAN, en medio de una operación bélica lanzada por el presidente Vladimir Putin el 24 de febrero del pasado año, para proteger a la población sublevada de la región del Donbás.
Finlandia ya recibió el visto bueno y solo quedan formalidades para su inclusión en la alianza atlántica.
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