«Desde mi punto de vista, el rublo se encuentra ahora en una zona más o menos cómoda, óptima para la economía. Esta zona, en mi opinión, es cómoda para el presupuesto, para los exportadores y para los importadores», declaró Beloúsov.
Al dirigirse a los participantes de la mesa redonda sobre comercio exterior del Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPEIF) el funcionario afirmó que la fortaleza del rublo ya había desempeñado su papel y la economía rusa se beneficiaría más de un tipo de cambio en la horquilla de 70-80 rublos por dólar.
Este viernes, el dólar había subido 19,8 por ciento en relación con el cierre de 2022, y alcanzó los 83,75 rublos. La máxima subida registrada este año fue el pasado 14 de junio, cuando llegó a los 85,03 rublos.
La XXVI edición del SPIEF se celebra del 14 al 17 de junio, y es considerado como la conferencia económica anual más importante de Rusia.
En esta ocasión más de diez mil personas de 140 naciones participan del Foro tanto en las sesiones plenarias, como en mesas redondas, exposiciones, teleconferencias y presentaciones.
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