«Gracias a una invitación del Movimiento Sin Tierra (MST) logramos venir no solo a Brasil, sino hasta Ceará (estado en el nordeste), donde logramos hacer una versión del montaje de nuestra Cucarachita Martina», afirmó Cremata a Prensa Latina.
Explicó que, con los niños de una escuela muy alejada, en particular con los de primaria de Quixeramobim, región del Sertão Central de Ceará, «logramos montar el primer acto de la Cucarachita a lo que incorporamos una banda de lata de la propia escuela».
Con verbo emocionado, el fundador de La Colmenita admitió que la experiencia fue «el inicio de un camino, que resultó fructífero en otros países», para utilizar el arte, fundamentalmente el teatral, como pretexto para formar valores en todos, en pequeños y adultos.
Pero, recalcó, «lo más importante no es el montaje con los niños de la escuela, que fueron inmensamente felices, sino que trabajamos con facilitadores de la educación brasileña, miembros del MST, y nos dieron la esperanza de que se pueda ramificar esta forma de hacer».
Además, prosiguió, manera que se puede compartir con más niños de Brasil y sobre todo ser útiles al MST, al pueblo brasileño y a la cultura infantil.
“Estamos muy felices de lo logrado y hay un potencial para multiplicar esta forma pedagógica y artística para muchos niños de Brasil”, expresó el director de la compañía, surgida el 14 de febrero de 1990.
Recordó que La Colmenita fundó grupos similares, no solo en todos los municipios de La Habana, capital de Cuba, sino también en otras provincias de la isla y otros países.
Mencionó en tal sentido a Colombia, Nicaragua, Panamá México, España, Argentina, El Salvador y Venezuela.
«Era un sueño muy grande intentarlo en Brasil. Venir por la afinidad tan grande que hay entre nuestros pueblos y culturas», subrayó.
En su página oficial, el MST indica que recibió a la compañía y «el intercambio tuvo como objetivo prioritario conocer la metodología y filosofía de trabajo de «Las Colmenitas», proyecto que es mundialmente reconocido por su eficacia en la formación de valores humanistas, con reconocimiento internacional por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia».
Durante tal reciprocidad se conoció de las experiencias del MST en torno a la cuestión de la cultura en la infancia, incluyendo aspectos de la lucha política, de la comunidad, de los territorios y de la Reforma Agraria Popular.
Lo anterior, «compartiendo con educadores el trabajo con el arte en las escuelas y prepararlos para que asuman el papel de multiplicadores del proyecto La Colmenita».
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