Los participantes se reunieron en el poblado de Bani, provincia de Peravia, donde nació y vivió su infancia y adolescencia Gómez, uno de los héroes más admirados de las luchas cubanas por la independencia.
La cónsul Enith Pérez expresó que el pueblo de la mayor de las Antillas recuerda en esta fecha a uno de los hijos más grandes de Nuestra América, al patriota dominicano-cubano Máximo Gómez, ejemplo de internacionalismo, entereza, audacia y honradez.
Pérez rememoró pasajes de la vida del guerrero que usaba el machete como si en las manos atesorara un relámpago, y sobre él dijo que en Cuba demostró su destreza como estratega militar en la Guerra de los Diez Años (1868-1878) y en la llamada Guerra Necesaria de 1895.
La funcionaria recordó las relaciones de Máximo Gómez y el Héroe Nacional de Cuba, José Martí, símbolo de la unión patriótica y de amistad entre las dos naciones caribeñas.
Cuba, República Dominicana y el mundo reconocen en Gómez, dijo, al hombre de nobleza de espíritu y leal e incansable luchador por la soberanía.
Al acto asistieron el alcalde de Bani, Santos Ramírez, los presidentes del Consejo de Regidores, Carolina Díaz, Fundación Máximo Gómez, Yván Peña, y del Comité dominicano Amigos de Cuba, Joaquín Bautista, entre otras autoridades y personalidades.
Sobre el Generalísimo escribió José Martí en el periódico Patria: » (…) y allí, en Santo Domingo, donde esté Gómez, está lo sano del país, y lo que recuerda y lo que espera. A paso vivo no le gana ningún joven ni a cortés; y en lo sentencioso se le igualan pocos.».
De igual manera, para el líder de la Revolución Fidel Castro, Máximo Gómez supo convertirse en hijo insigne y entrañable del pueblo cubano por derecho ganado en su lucha por la independencia de Cuba, a quien aportó su brazo y su machete, su genio militar y su coraje.
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