Su despacho mencionó los encuentros sin especificar con quienes dialogará el diplomático antes de cerrar la estancia de dos días en Beijing.
Pero algunos medios hablan de posibles pláticas con el presidente del gigante asiático, Xi Jinping; y Wang Yi, el jefe de la Comisión de Asuntos Exteriores del Partido Comunista de China.
Blinken es el funcionario de más alto rango de la administración de Joe Biden que llega aquí y el periplo acontece en medio de tensiones por sanciones de Washington a empresas chinas e injerencia en asuntos como Hong Kong, Taiwán y Tíbet.
El ingrediente más reciente de los roces son los reportes sobre la presunta apertura de una base de inteligencia de China en Cuba, con el objetivo de vigilar a la nación norteña.
Ayer la reunión del secretario de Estado y el canciller chino, Qin Gang, se prolongó por más de cinco horas y cerró con el consenso de aumentar las interacciones de alto nivel y el contacto pueblo a pueblo, mientras las dos potencias manejan sus diferencias y buscan soluciones a sus conflictos.
Según la cancillería china, decidieron seguir adelante con las consultas sobre los principios rectores de los vínculos bilaterales y ventilar en los grupos de trabajo aquellas cuestiones más específicas de los mismos.
Estuvieron de acuerdo en implementar los entendimientos de los presidentes, avanzar en el diálogo y también en la cooperación.
Igualmente, convinieron en alentar y facilitar los viajes en ambas direcciones de estudiantes, académicos y empresarios, al abordar la necesidad de aumentar los vuelos de pasajeros.
Por otro lado, la nota indicó que Qin llamó al respeto mutuo, la coexistencia pacífica y la cooperación de ganancia compartida, cuando insistió en mantener los fundamentos políticos de las relaciones China-Estados Unidos.
Planteó manejar con calma, de manera profesional y racional cualquier incidente fortuito, mientras se trabaja en devolver los nexos al curso de desarrollo estable y correcto.
Asimismo, recalcó la postura de Beijing en el tema Taiwán, hizo énfasis en su sensibilidad y exigió a Washington cumplir el compromiso de no apoyar la independencia de la isla.
De su lado, el Departamento norteamericano de Estado se refirió a la importancia de la diplomacia y de mantener abiertos los canales de la comunicación a fin de evitar riesgos y malentendidos.
Citó también puntos preocupantes y oportunidades para explorar la colaboración en asuntos globales, pero indicó que Estados Unidos y sus aliados defenderán la visión de “un mundo libre, abierto y con un orden internacional basado en reglas”.
Los dos comunicados valoraron de “cándidas, constructivas y profundas” las conversaciones de este domingo, cuando además los dos jefes diplomáticos pasaron revista a la situación regional y mundial.
Blinken, incluso, extendió una invitación a Qin para visitar Estados Unidos.
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