El evento lo organizó la Secretaría de Relaciones Exteriores, en conjunto con la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, como parte de las conmemoraciones del 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el 34 de la Convención de los Derechos de la Niñez.
Este es el primer foro de su tipo en México para el cual las niñas, niños y adolescentes participantes pudieron conocer y reflexionar sobre los derechos humanos de manera lúdica y participativa, con el fin de generar un mayor interés y conciencia en torno a los temas que les conciernen y así fomentar su compromiso y defensa de los derechos humanos en su vida cotidiana.
La participación de las cubanitas fue muy aplaudida. Hablaron de José Martí, el Héroe Nacional de Cuba, quien escribió: «Los niños debían juntarse una vez por lo menos a la semana, para ver a quién podrían hacerle algún bien, todos juntos».
Y hoy, dijeron, se juntan en México para conversar sobre sus derechos y cómo hacer del mundo un lugar mejor. En Cuba, explicaron a los demás niños, nuestro primer derecho es el derecho a nacer, y todos lo hacen en hospitales donde reciben un nombre y una nacionalidad.
Todos los niños en Cuba van a las escuelas, tienen derecho a ser cuidados cuando están enfermos y a que los protejan, cuando se enferman los padres los llevan a los hospitales donde hay muchos doctores que los examinan y es lo mejor para nuestro bienestar porque todos los niños cubanos tenemos derecho a la salud.
Dijeron que cuando llegó la Covid-19, todos estaban muy asustados porque no querían que nada malo sucediera, pero los científicos cubanos trabajaron mucho y crearon tres vacunas, y así, Cuba fue el primer lugar del mundo donde se vacunó a todos los niños mayores de dos años.
A veces los adultos nos dicen que los niños y las niñas, somos “la candela” porque opinamos sobre todos los temas. En Cuba, ser la candela significa que eres astuto, ingenioso y que eres muy exigente con los adultos.
También le comentaron a los amiguitos mexicanos y de otros países que los niños en Cuba tienen prohibido trabajar, eso solo pueden hacerlo los adultos. Pero saben que en muchos países hay niños que son obligados a trabajar y eso no está bien.
Todos los niños del mundo tenemos derecho a ser felices, a crecer sanos, a ser respetados, a hablar y a ser escuchados. Porque como dijo José Martí «Los niños son la esperanza del mundo», finalizaron entre gritos de ¡Vivan todos los niños del mundo!
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