Desde que el mandatario disolvió la Asamblea Nacional (Parlamento) el pasado 17 de mayo con su decreto de muerte cruzada, al menos nueve antiguos asambleístas recibieron altos puestos en el Ejecutivo, con salarios de alrededor de cuatro mil dólares, reportó Radio Pichincha.
El caso más reciente es el de Nathalie Arias, quien era parlamentaria del movimiento oficialista CREO y ahora es asesora en la Secretaría Nacional de Planificación.
Esta semana el Gobierno nombró como secretaria de Política Pública Anticorrupción a Ana Belén Cordero, que fue vicepresidenta de la Comisión de Fiscalización a cargo del análisis del juicio político contra Lasso por presunto peculado.
También está bien respaldado quien fuera líder de la bancada del Gobierno, Juan Fernando Flores, designado consejero político para esta etapa de retirada de Lasso.
De igual manera, el mandatario compensó el apoyo que le dieron en la Asamblea Gruber Zambrano y Luis Cervantes, designados gobernadores de las provincias de Santo Domingo de los Tsáchilas e Imbabura, respectivamente.
En medio de la repartición de puestos llama la atención que no solamente hay para los exlegisladores de la organización política a la cual pertenece el jefe de Estado, sino para otros aliados, como Guadalupe Llori, de Pachakutik.
Ella fue nombrada jefa del Consejo de Planificación y Desarrollo de la Circunscripción Territorial Amazónica luego de pactar con Lasso en muchos asuntos durante su gestión como presidenta de la Asamblea.
Ecuador se prepara para ir a las urnas el 20 de agosto para elegir presidente, vicepresidente y asambleístas y el nombramiento del nuevo jefe del Ejecutivo tendrá lugar a más tardar en noviembre.
Para ese proceso electoral el movimiento CREO, al cual pertenece el mandatario, no inscribió candidatos a la Asamblea ni al la jefatura del Gobierno.
No obstante, Lasso declaró en una entrevista reciente que se mantendrá en la política cuando abandone el Palacio de Carondelet y será líder de la oposición, sin descartar una posible candidatura en 2025.
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