Parecerían nimiedades, pero no lo son. La megaestrella estadounidense es la primera gran figura que proclama su presencia en el que será el mejor complejo deportivo del mundo, el estadio Santiago Bernabéu del Real Madrid.
Taylor Swift actuará el 30 de mayo de 2024 en la instalación. Para entonces tendrá techo retráctil, con un ultramoderno sistema de refrigeración, césped movible y un tablero digital de 360 grados. La inauguración del nuevo Bernabéu está fijada para el 23 de diciembre próximo.
Aunque las cifras oscilan en dependencia de imponderables surgidos en las obras, se calcula que la supergaláctica Ciudad Deportiva costará cerca de 900 millones de euros. Podrá albergar, además de conciertos, partidos de fútbol, baloncesto, tenis, competiciones de karting, conferencias y recreación en sus restaurantes de lujo.
Por otro lado, la renovación del contrato del alemán Toni Kroos hasta el 30 de julio de 2024, dejó buenas sensaciones este miércoles entre los seguidores de los merengues, todavía tocados por la salida del astro francés Karim Benzema.
A la espera del fichaje de algún delantero de fuste, lo cual no parece fácil de momento, la llegada del polivalente mediocampista inglés Jude Bellingham y del atacante Joselu Mato, la afición se mantiene inquieta de cara a la próxima temporada.
A la continuidad de Kroos, un veterano todavía en forma, podría sumarse la del croata Luka Modric, lo cual poblaría el centro del campo (Camavinga, Ceballos, Tchouameni, Bellingham), aunque dejaría en el aire la pregunta sobre candidatos al gol cerca de la puerta, de momento, los brasileños Vinicius y Rodrygo, y ahora Joselu.
Como quiere que el culebrón alrededor del francés Kylian Mbappé no termina y se extenderá como mínimo al próximo año, resta por ver si la “casa blanca” pudiera firmar al inglés Harry Kane o al germano Kai Havertz.
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