El funcionario afirmó en un video que la decisión de la municipalidad se debe a que esa movilización afectaría el flujo vehicular en la ciudad, por lo cual sugirió trasladarla al Parque Samanes, un sitio que los organizadores del evento no consideraron adecuado.
Álvarez rechazó las acusaciones de discriminación e insistió en que no se puede cerrar el centro de Guayaquil durante varias horas para un solo evento, ya sea religioso, político o de cualquier otro tipo.
Instó a todas las organizaciones sociales a comprender que la administración del municipio se debe realizar de manera objetiva, priorizando siempre el interés colectivo por encima de cualquier agrupación, religión o grupo político.
A pesar de los argumentos, los impulsores del Orgullo Guayaquil están decididos a llevar a cabo el desfile el sábado 1 de julio en el lugar inicialmente previsto para visibilizar su lucha por la igualdad de derechos.
En medio del escenario electoral que vive Ecuador, con comicios generales en menos de dos meses, el sociólogo Agustín Burbano alertó de las consecuencias políticas de la actitud del alcalde guayaquileño para su propio movimiento político, la Revolución Ciudadana (RC).
La decisión antiderechos de Álvarez no suma apoyo a la RC, pero sí le puede quitar respaldo de cara a una siempre posible segunda vuelta, porque cuando las elecciones llegan a escenarios voto a voto, estas acciones pasan factura, alertó Burbano.
El debate sobre el tema se mueve, principalmente en redes sociales, donde incluso miembros de la RC y aliados a esa fuerza política rechazan la negativa a la marcha.
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