De momento, todo pasa por la renuencia del conservador Partido Popular (PP) y de su presidente, Alberto Núñez Feijóo, de enfrentarse en solitario a Sánchez en el horizonte de las elecciones generales del 23 de julio.
Feijóo quiere incluir a la vicepresidenta segunda y ministra del Trabajo, Yolanda Díaz, líder del movimiento de izquierdas Sumar, y se habla también del ultraderechista partido Vox, a todas luces el gran aliado del PP en su hipotética llegada al Palacio de la Moncloa.
En todo caso, las encuestas mantienen el favoritismo del PP hacia las generales luego de vencido el plazo para la inscripción de aspirantes a integrar el futuro Congreso de los Diputados, esencial para determinar al futuro presidente del Gobierno.
Se trata de una elección indirecta, en la cual la mayoría parlamentaria en las Cortes Generales decidirá a la figura que ocupará el sillón principal del Palacio de la Moncloa durante los próximos cuatro años, salvo que se imponga una moción de censura.
El PP dominó ampliamente el pasado domingo las tomas de posesión en 31 capitales de provincia españolas, con la reiteración de la idea de su propósito de “acabar con el sanchismo” y tratando de mostrarse distante de ciertas ideas de la ultraderecha de Vox.
Empero, con Vox ya pactaron gobierno en la Comunitat de Valencia, luego de negociar con un dirigente que debió cumplir en el pasado condena por violencia machista.
Si bien el tema ocupó el centro de las críticas de la izquierda al PP, los conservadores se defienden atacando, en particular acerca de los acuerdos durante la actual magistratura de Sánchez y su equipo con el partido EH Bildu del País Vasco, asociado con su antiguo brazo armado de ETA, y con los independentistas catalanes.
Oficialmente, la campaña electoral comienza el próximo 7 de julio, pero desde ya salieron al ruedo dos personalidades, los exjefes del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero (socialista) y José María Aznar (PP).
En particular, fue muy destacada la intervención de Zapatero durante una entrevista con TVE, en la cual fue categórico: «Discutir sobre la violencia de género es como discutir si la Tierra es plana».
«Me parece lamentable que estemos discutiendo sobre la violencia de género. Ahora, 20 años después (…) sentenció.
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