En declaraciones a la prensa la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, señaló que continuarán el trabajo de transición de las cárceles y lo calificó como un monstruo.
Esas afirmaciones se hicieron luego de una reyerta en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (Pnfas), donde el martes perdieron la vida alrededor de 46 privadas de libertad.
“La presidenta Castro tomó sus decisiones, las cuales nosotros como Gobierno las acompañamos”, expresó la funcionaria.
Aludió al estado paralelo de corrupción y mafias que reina en el sistema penitenciario de su país, y afirmó que los hondureños padecen ese efecto negativo y siniestro del crimen, el cual-acotó- continúa y deben vencer.
La vicetitular informó que ya están individualizadas cada una de las mujeres asesinadas y se va a corregir con justicia, como nunca antes existió en Honduras en este tipo de crímenes.
Según versiones de los hechos, algunas privadas de libertad entraron armadas a uno de los módulos y selectivamente asesinaron a las demás, acciones realizadas con diferente armamento entre ellos un fusil R-15.
En las últimas horas, autoridades policiales al interior del referido centro penal hallaron un arsenal que incluye varias pistolas y un fusil de asalto.
Los agentes también encontraron varios cargadores y proyectiles sin percutir, además de tres navajas, un radio y una tablet.
La presidenta Xiomara Castro reaccionó por esas acciones violentas en su cuenta oficial en la red social Twitter y calificó el hecho de “monstruoso planificado por maras (pandillas) a vista y paciencia de autoridades de Seguridad”.
De acuerdo con la información divulgada, los 46 cuerpos de las víctimas se levantaron por cinco equipos de Medicina Forense quienes especificaron que se encontraron 23 calcinados, mientras los otros 23 fallecieron por arma blanca o de fuego.
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