El director de esa ONG humanitaria en este país de Africa Oriental, Mohammed el Montassir señala que pudieron comprobar en el terreno el impacto de la desnutrición de los niños en los campamentos de Kakuma al norte y Hagadera al este, que albergan a cientos de miles de refugiados.
El funcionario alertó que la situación exige atención urgente y pidió ayuda a los gobiernos, los donantes y la comunidad internacional para afrontar la lucha contra la malnutrición, apuntan las fuentes.
La llamada región del cuerno africano ha sufrido en los últimos tiempos una fuerte sequía que aumentó la inseguridad alimentaria y provocó altos niveles de desnutrición en Kenia, lo que se presenta con un signo más alarmante en los campamentos de refugiados.
A esto se añade la falta de financiamiento para adquirir alimentos por otras vías, que se redujo ya en un 80 por ciento.
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