Según las informaciones, grupos de la sociedad civil en Darfur Norte lograron un acuerdo de alto el fuego entre ambos bandos para proteger a la población civil, en especial en la capital, El Fasher.
Darfur es también un territorio de históricos enfrenamientos intercomunitarios que ahora se han visto retroalimentadas por los combates entre el ejército y los paramilitares, lo que hace la situación allí aún más difícil.
Naciones Unidas denunció recientemente el auge de la violencia desenfrenada en el estado de Darfur Oeste y particularmente en la ciudad de El Geneina, y calificó la situación allí de catástrofe humanitaria.
Se dijo que el Comité de Mediadores y Notables del estado, encabezado por las autoridades e integrado por activistas, líderes comunitarios e imanes, será el encargado de supervisar la tregua con el objetivo de su consolidación y ampliación.
Por otra parte, en Kordofán Sur, en el extremo meridional del país, líderes locales negocian también otra tregua que busca poner fin a los combates.
En tanto, se conoció que el vicepresidente del Consejo Soberano sudanés, Malik Agar, solicitó este viernes en Moscú la ayuda de Rusia para resolver el conflicto que desgarra al país.
Agar,también líder del Movimiento Popular de Liberación de Sudán, dijo que sus compatriotas ven a Rusia como un país amigo y esperan de ella también ayuda económica.
Los enfrentamientos en Sudán estallaron el pasado 15 de abril por contradicciones en medio de un proceso de integración de las Fuerzas de Apoyo Rápido, lideradas por Mohamed Hamdan Dagalo, vicepresidente del Consejo Soberano de Transición (CST), al seno de las Fuerzas Armadas, y el jefe del Ejército y presidente del CST, Abdelfatá al Burhan.
Ambos con grado de general, se disputan el control del país después del derrocamiento en 2019 del presidente Omar al Bashir.
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