Un comunicado dado a conocer por la coordinadora de la entidad en ese país africano, Erell Chardon, señala que la cuarta parte de los burkineses tiene una seria dificultad alimentaria, y de ellos, unos 800 mil viven en zonas a las que resulta difícil llegar por la inseguridad prevaleciente, mientras que tres millones 500 mil no pueden asegurar los alimentos indispensables para sobrevivir.
Desde 2015, Burkina Faso y otros países africanos como Mali y Níger sufren las acciones violentas de los entes extremistas Estado Islámico en el Sahel y el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes, afiliado a la red terrorista Al-Qaeda.
La espiral de violencia desatada en este territorio por tales formaciones irregulares causó desde hace más de 12 años unas 10 mil 500 muertes y alrededor de dos millones de desplazados, según datos de organizaciones no gubernamentales.
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