De acuerdo con el estudio del Servicio Nacional de Migración (SNM), en el mismo lapso de 2022 cruzaron por la selva de Darién rumbo a Estados Unidos unos 49 mil 452 viajeros.
Para la directora del SNM, Samira Gozaine, la mayor parte de estos caminantes ingresan a la selva engañados y son presa fácil del crimen organizado como el Cartel del Golfo.
La funcionaria también abogó por continuar con gestiones diplomáticas, porque se trata de un tema regional y resulta clave que los organismos internacionales entiendan el concepto de movilidad humana no aplica, ya que aquí no hay nada humanitario, remarcó.
De acuerdo con las estadísticas, sobresalen venezolanos, haitianos y ecuatorianos entre quienes ingresan a la jungla desde Colombia.
Lo que está sucediendo en Darién con el tema migratorio fue anunciado el año pasado por organizaciones como la Agencia de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Defensoría del Pueblo.
El propio ombudsman de Panamá, Eduardo Leblanc, opinó que la expiración del Título 42 y la entrada en vigencia del Título 8 el pasado 11 de mayo (como parte de la política migratoria de Estados Unidos) no ha persuadido de forma sustancial a los migrantes para que no usen la ruta de Darién.
A su juicio se debe trabajar mucho y entender qué puede estar pasando y no solo Panamá, sino Naciones Unidas y los países de origen. En términos de migración, tenemos que pedir más apoyo a los países de destino, tránsito y origen, puntualizó.
Leblanc resaltó además que de conjunto se debe determinar una ruta que afecte lo menos posible la vida de las personas y el medio ambiente, puesto que se está contaminando el Parque Nacional Darién.
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