Según manifestó el diplomático a la agencia de noticias TASS, “los pasos que hemos dado en el marco del espacio común de defensa del Estado de la Unión son de carácter forzoso, y no van más allá de nuestras obligaciones internacionales, incluidas las derivadas del TNP”.
“Hay que subrayarlo una vez más: el control sobre las armas nucleares rusas no se transfiere», declaró el viceministro.
Subrayó que las críticas al despliegue de armas nucleares rusas en Belarús proceden en su inmensa mayoría de las capitales occidentales y «no pueden sino causar perplejidad».
«Al fin y al cabo, fue en el marco de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que se autoproclamó alianza nuclear, donde se llevó a cabo la práctica de misiones nucleares conjuntas apoyadas en ese armamento estadounidense y, además, se sigue desarrollando desde hace décadas», señaló Riabkov.
Este diplomático señaló que, a diferencia de las medidas adoptadas en el marco de la cooperación ruso-belarusa, «las armas nucleares estadounidenses se despliegan a miles de kilómetros del territorio de Estados Unidos para que puedan alcanzar rápidamente objetivos en Rusia».
«En el contexto del agravamiento agudo de las amenazas a nuestra seguridad como resultado del fomento de la crisis ucraniana por Occidente y el curso proclamado de infligir una derrota estratégica a Rusia, este factor ha cobrado especial importancia y requiere una reacción adecuada», concluyó Riabkov.
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