Por cuarta jornada consecutiva imperó el caos en diversas ciudades del país, desde que el martes un policía baleara mortalmente al adolescente de 17 años durante un control vehicular en el distrito de Nanterre, en la Región Parisina.
Según el Ministerio del Interior, mil 350 vehículos fueron incendiados y alrededor de 80 agentes resultaron heridos, sin que se conozca la cifra de lesionados entre los manifestantes.
Más de 230 edificios sufrieron daños por incendios o ataques, incluyendo unos 60 puestos policiales y comisarías, amplió la fuente.
También se registraron saqueos de negocios en la norteña localidad de Bondy (Seine-Saint-Denis) y en la sureña ciudad de Marsella, una de las principales de Francia.
La muerte de Nahel atizó la polémica por la violencia policial y la discriminación, con llamados de la ONU a atender la situación.
El policía responsable está en prisión preventiva y bajo procesamiento judicial, en medio de críticas y de polarización política.
La violencia continuó, pese al despliegue de 45 mil integrantes de las fuerzas del orden.
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