Al intervenir en la inauguración, el titular libanés dio la bienvenida a los bailarines y músicos extranjeros; además de resaltar la grandeza del sitio arqueológico romano, sede del evento desde la primera edición en 1956.
La autoridad enfatizó que los festivales derivan su importancia del esplendor de Baalbeck y de la capacidad de los organizadores para superar los obstáculos en medio de la crisis económica de la nación.
Para esta jornada, el escenario central, ubicado en el Templo de Baco acogerá el concierto del Conjunto sirio Al-Kindi, que regresa a la cita por tercera ocasión (2000 y 2003) para explorar la riqueza y la universalidad de la música clásica árabe.
En el contexto de las celebraciones de sus cuatro décadas, el ensemble rendirá tributo al maestro fundador del grupo, Julien Jalal Eddine Weiss (1953-2015), y revivirá junto al público momentos de intensa emoción místico-religiosa, magnificados por la danza extática de los derviches.
Anoche en la apertura, el director, coreógrafo y bailarín italiano Roberto Bolle y sus amigos deslumbraron con un espectáculo danzario clásico, moderno y contemporáneo.
El viernes próximo, el guitarrista español Nacho Arimany, junto a la directora coral libanesa Yasmina Sabbah y la vocalista Fabienne Daher, propondrán un diálogo abierto entre la música tradicional flamenca y el canto árabe.
La semana entrante, el Festival continuará con la actuación el viernes 14 del aclamado artista nacional Melhem Zein, originario de Baalbeck, quien es considerado por la crítica como una de las voces árabes más bellas e icónicas.
En la despedida de la presente versión, el domingo 16, el comité organizador reservó a la cantante de pop-soul francesa Nadia Mladjao, conocida como Imany.
Con más de seis décadas, el Festival Internacional de Baalbeck constituye un faro en la promoción de la cultura y el turismo en Líbano.
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