El funcionario visitó este martes la provincia Santa Elena, que según las proyecciones será la más afectada por el evento climático, cuyas consecuencias se sentirán en esta nación andina con más intensidad en el último trimestre del año.
Según declaró Zapata al canal Ecuavisa, a escala nacional ya identificaron 60 alojamientos temporales, aunque reconoció que esa cantidad es insuficiente y deberán buscar más lugares.
Los efectos de El Niño coincidirán con el cambio de Gobierno en el país, luego de las elecciones anticipadas del próximo 20 de agosto, aunque los preparativos para hacer frente al evento corresponden a la actual administración.
Expertos prevén más de un 80 por ciento de probabilidades de que ese fenómeno tenga una intensidad entre moderada a baja y un 56 por ciento, de que sea de moderada a alta.
La Secretaría de Gestión de Riesgos estima que 2,3 millones de personas de 17 provincias serán afectadas por las condiciones meteorológicas extremas, principalmente por inundaciones o deslaves.
El pasado 24 de junio, el COE aprobó un plan de acción para enfrentar la situación meteorológica.
De ocurrir el peor escenario previsto, los costos para Ecuador podrían ascender a cuatro mil millones de dólares.
A eso se suma que el país carece de una reserva estratégica de arroz, maíz y soya para enfrentar un contexto de esa magnitud, de acuerdo con reportes de la prensa local.
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