España ya se encuentra entre los países del mundo que más está sufriendo los impactos del cambio climático, concluyó Greenpeace en un análisis minucioso elaborado por la Unidad Científica de su centro en la Universidad de Exeter, Reino Unido.
El informe, intitulado “Carrera climática contrarreloj: cambio climático y eventos meteorológicos extremos en España”, fue difundido este miércoles en Madrid y detalla las tendencias y previsiones de los impactos futuros y los eventos meteorológicos extremos en la nación ibérica.
“El camino que emprendamos tras el nuevo ciclo electoral tiene que conducirnos a una sociedad que ponga en el centro el bienestar y esté preparada para el futuro que predice la ciencia”, declaró Maria José Caballero, responsable de Respuesta Rápida de Greenpeace.
Las proyecciones indican que si no se reducen drásticamente las emisiones que causan el calentamiento global, nos espera un país más caliente, más seco, más árido, más inflamable, con más inundaciones e incendios de alta intensidad y afectado por la subida del nivel del mar, precisó.
Caballero añadió, tomando en cuenta las elecciones generales en España del 23 de julio, que se debe exigir propuestas de políticas climáticas, “no solo porque nos espera un país más caliente y con más inundaciones e incendios, sino porque además estas medidas nos permitirán alcanzar una vida sostenible, con futuro”.
De acuerdo con el estudio, el ritmo de calentamiento en España es, y continuará siendo, más rápido que la media mundial.
Se espera un calentamiento de dos grados Celsios en los próximos 20 años, a menos que se realicen reducciones inmediatas y severas en las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Por cada grado adicional de calentamiento global, la respuesta en España será de hasta 1,5, con aumentos más pronunciados en zonas del interior del país.
En los escenarios con mayores emisiones de gases de efecto invernadero, se prevé que el calentamiento supere los 4 grados a finales del siglo XXI, anotó.
El horizonte respecto a la sequía tampoco es alentador. España experimentará 10 veces peores que las actuales.
En el sur de Europa, más de un tercio de la población estará expuesta a la escasez de agua si la temperatura aumenta dos grados. Este riesgo se duplica a tres.
Junto a los cambios socioeconómicos en las últimas décadas (abandono del medio rural y aumento de superficie forestal), el riesgo de tener grandes e intensos incendios se agrava con el cambio climático hacia episodios más peligrosos, puntualizó el informe de Greenpeace.
En paralelo, se esperan menores precipitaciones, concentradas en menos eventos pero más intensos y, por tanto, con mayor riesgo de provocar daños.
El volumen de lluvia (o nieve/granizo) en el día más lluvioso del año en España aumentará hasta un 10 por ciento, y con él, el riesgo de inundaciones.
También se pronostican olas de calor marinas y severos impactos en la sociedad en los problemas de salud, exacerbados en los grupos vulnerables como bebés y personas mayores.
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