Según círculos oficiales, tal ratificación afloró después que Lula dialogó este miércoles por teléfono con el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, llamada en la que abordaron las negociaciones para pretender dar punto final al acuerdo comercial entre la UE y el Mercado Común del Sur (Mercosur).
De acuerdo con las fuentes, en la conversación Sánchez también invitó a Lula a la apertura de un foro empresarial a celebrarse en Bruselas el 17 de julio, una jornada antes de la cita Celac-UE.
La víspera, el gobernante brasileño llamó al Mercosur a presentar una respuesta rápida y contundente a las condiciones de la UE para un pacto comercial.
«El instrumento adicional presentado por la Unión Europea en marzo de este año es inaceptable. Los socios estratégicos no negocian sobre la base de desconfianza y amenaza de sanciones. Es imperativo que el Mercosur presente una respuesta rápida y contundente», afirmó Lula tras asumir el mando de la alianza en la ciudad argentina de Puerto Iguazú.
Por seis meses, Brasil asume la presidencia pro tempore del grupo formado también por Argentina, Paraguay y Uruguay.
En su alocución, el extornero mecánico señaló que el bloque necesita retomar protagonismo y que la presidencia resulta una «etapa esencial» para el reencuentro de Brasil con América del Sur.
El documento citado por Lula, con condiciones impuestas por la UE para el cierre del convenio, prevé sanciones en cuestiones ambientales y resulta motivo de estancamiento en las negociaciones.
Para el exsindicalista, el Mercosur no tiene interés «en acuerdos que nos condenen al eterno papel de exportadores de materias primas, minerales y petróleo».
Sin embargo, manifestó, estar comprometido en terminar las negociaciones con el mecanismo europeo.
«Estoy comprometido con la conclusión del acuerdo con la Unión Europea, que debe ser equilibrado y asegurar el espacio necesario para la adopción de políticas públicas en pro de la integración productiva y la reindustrialización», refirió.
Negociado desde 1999, el compromiso tuvo la parte comercial finalizada en 2019 y está en fase de revisión por los países de los dos bloques.
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