La iniciativa prioriza a los jóvenes de entornos desfavorecidos, que pueden enfrentar desafíos para encontrar empleo, y los ubica en diversas áreas laborales.
En su séptimo aniversario, el proyecto permite adquirir habilidades de comunicación y trabajo en equipo, experiencia laboral y desarrollar la ética del trabajo, importante para la vida adulta.
También facilita a los participantes obtener ingresos durante la etapa estival, lo cual les otorga cierta independencia financiera y contribuye a la mejora económica de los hogares jamaicanos.
Según McKenzie, la participación en el Programa de Empleo de Verano para Jóvenes creció, de mil 600 integrantes en 2016, a seis mil 500 en 2022, número que se mantiene este año.
El ministro afirmó que la selección de participantes se realiza de manera no partidista. Solo se tiene en cuenta su capacidad para desempeñarse y contribuir al crecimiento y desarrollo de Jamaica.
La generación de más y mejores puestos de trabajo para los jóvenes es un desafío en la región, donde el ingreso a la vida laboral está marcado por altas tasas de desocupación e informalidad.
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