La víspera, el Gobierno japonés envió una nota de protesta a Rusia por la visita de Trútnev a la ciudad de Kurilsk, situada en la isla de Iturup, la más grande de las Kuriles, destacó la agencia de noticias Sputnik.
«Las islas Kuriles son territorio de Rusia, y la decisión está marcada con la sangre de nuestros antepasados. No hay mucho que decir, trabajamos y seguiremos trabajando en las islas Kuriles», dijo Trútnev.
El 4 de julio, el vice primer ministro celebró una reunión en la ciudad de Kurilsk sobre el funcionamiento del régimen preferencial en el archipiélago de las Kuriles.
En particular, ordenó presentar propuestas para el desarrollo de la industria del turismo y proyectos de actividades recreativas, así como estudiar el tema de la creación de un campamento de salud para los niños de toda Rusia.
Durante décadas, Tokio ha condicionado la firma del tratado de paz con Rusia, asunto pendiente desde 1945, a la recuperación de las islas Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai, que son los «territorios del norte» para los japoneses.
Japón se escuda en el Tratado Bilateral de Comercio y Fronteras que firmó con Rusia el 7 de febrero de 1855.
Moscú, a su vez, subraya que esos territorios fueron traspasados a la Unión Soviética por acuerdos internacionales al término de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y que Rusia asumió la soberanía de los mismos como sucesora legal de la URSS.
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