El análisis, realizado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), revela que las mujeres y las niñas son las más perjudicadas por la crisis asociados a estos temas. Según el texto, en ellas recae la recolección del líquido vital en siete de cada 10 casas que se ven privadas del suministro.
Ellas, abundó la investigación, suelen hacer viajes más largos para ir a buscar agua, lo que hace que pierdan educación, trabajo y tiempo libre, y también se enfrentan al riesgo de sufrir lesiones físicas y peligros en el camino.
Cecilia Sharp, miembro de Unicef, consideró que la crisis en el acceso al agua compromete el bienestar de las menores y perpetúa los ciclos de pobreza.
En la mayoría de los hogares carentes del suministro del líquido, siete de cada 10, las mujeres y las niñas mayores de 15 años son las principales responsables de ir a buscar agua, en comparación con los varones.
Ellas también tienen más probabilidades de sentirse inseguras al usar un baño fuera de su residencia, y sufren de manera desproporcionada el impacto de la falta de higiene.
Más de 500 millones de personas en todo el mundo aún comparten instalaciones sanitarias con otras casas, lo que compromete la privacidad, la dignidad y la seguridad.
Las mujeres y las niñas no solo se arriesgan a contraer enfermedades infecciosas, sino que también se enfrentan a riesgos de salud adicionales porque son vulnerables al acoso, la violencia y las lesiones, refirió la doctora Maria Neira, directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS.
La experta informó asimismo que un millón 400 mil personas mueren cada año debido a condiciones higiénicas inadecuadas.
El informe alertó además que unos tres mil 400 millones no tienen acceso a un saneamiento seguro y alrededor de dos mil millones de personas no pueden lavarse las manos con agua y jabón en casa.
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