El Ministerio de Finanzas llamó a la cordura y enfatizó en que nadie saldrá ganando de una guerra comercial o un desacoplamiento entre las dos principales potencias del planeta.
Convocó al lado estadounidense a crear un entorno favorable al desarrollo sano de la relación económico-comercial e incentivar con acciones concretas la colaboración de beneficio mutuo.
Asimismo, recordó las instrucciones precisas de los presidentes de cada país para fortalecer la comunicación y avanzar en los temas fiscales y financieros.
El Ministerio emitió su pronunciamiento como preámbulo de los encuentros que entre este viernes y el domingo sostendrá Yellen con contrapartes y varios líderes de China.
La secretaria del Tesoro llegó ayer aquí en una visita oficial, dirigida a estabilizar las relaciones económico-comerciales en un momento tensado por nuevas discordias entre las principales potencias del mundo.
Antes de partir de Estados Unidos, la Casa Blanca adelantó que en las reuniones abordará temas de la macroeconomía mundial y la evolución financiera.
Un funcionario de su despacho dijo bajo anonimato que Yellen planea expresar la postura de Estados Unidos a favor de una competencia económica justa, defender las restricciones adoptadas bajo la bandera de la seguridad nacional y plantear la inquietud por los controles de Beijing a la exportación de materia prima para fabricar semiconductores.
Se espera que la reciban el primer ministro chino, Li Qiang, aparte de He Lifeng, viceprimer ministro para la Política Económica; y los titulares de Finanzas y Comercio.
Ella misma manifestó esperanza de lograr un restablecimiento de los contactos durante su estancia en el gigante asiático, si bien no hay grandes expectativas sobre el desenlace de los encuentros.
Esta visita sigue a la del secretario norteamericano de Estado, Antony Blinken, en junio y da continuidad a las interacciones de alto nivel para distender las relaciones bilaterales, ubicadas en el peor momento de la historia.
Pero Yellen llegó justo cuando ambas potencias tienen nuevos desencuentros por la aprobada venta de armas a Taiwán, la alerta de viaje emitida en Estados Unidos tras la entrada en vigor de la ley antiespionaje en China, y los controles de Beijing al galio y al germanio que Washington planea desafiar.
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