Tal provisión es inmoral e irresponsable y, además, desenmascara las políticas hipócritas de Washington y sus aliados, que pretenden incrementar el número de muertes y la magnitud de la destrucción, afirmó un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores.
La declaración pidió a todos los países del mundo que detengan las políticas imprudentes de la administración estadounidense, y consideró que las mismas representan una amenaza fatal para la seguridad y la paz en todo el mundo.
Por otro lado, aseguró que los planes de enviar bombas de racimo a Kiev violan las convenciones internacionales y amenazan con una escalada catastrófica que afecta el futuro de toda la humanidad.
Los países de la OTAN, en particular Estados Unidos, Alemania, Reino Unido y Francia enviaron armas a Ucrania por un valor de decenas de miles de millones de dólares.
Washington aprobó la entrega de bombas de racismo, prohibidas internacionalmente, mientras el presidente francés, Emmanuel Macron afirmó que su país decidió entregar misiles de largo alcance.
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