Los miembros de la formación identificada con el color azul empiezan a inquietarse por el efecto de este tercer candidato en las posibilidades de Joe Biden de ganar un segundo mandato en la Casa Blanca.
El académico y filósofo, de orientación de izquierda, anunció recientemente su inscripción bajo la bandera de los verdes para desafiar a Biden y al eventual candidato republicano a la Casa Blanca, que bien podría ser Donald Trump.
Figuras prominentes que apoyan a Biden, desde el jefe del Comité Nacional Demócrata hasta veteranos colaboradores de campaña, empezaron a sonar las alarmas, dijo el diario The Hill.
«No es el momento de experimentar. No es el momento de jugar con los márgenes», advirtió el fin de semana Jaime Harrison, presidente del Comité Nacional Demócrata y cercano a Biden.
Hace siete años, cuando Hillary Clinton perdió ante Donald Trump, muchos en su órbita culparon a la candidata del Partido Verde, Jill Stein, como un factor que contribuyó a la derrota, recordó el periódico.
Un número de votantes en estados clave encontraron en Stein, que se presentó dos veces por el Partido Verde y ahora asesora a West, una atractiva alternativa.
También existió en aquel momento una suposición generalizada de que Clinton vencería a Trump y que el voto de una tercera fuerza política no marcaría una gran diferencia.
De cara a 2024, a los demócratas les preocupa que West pueda ser un elemento que, como en 2016, ayude a fracturar el voto de los demócratas.
Las preocupaciones llegan cuando los demócratas se enfrentan a otra posible carrera contra Trump.
El exmandatario (2017-2021) pese a las múltiples acusaciones y otros enredos legales sigue muy por delante de sus rivales republicanos en las encuestas de cara a la nominación del candidato de ese partido para la próxima justa electoral.
De ser el magnate neoyorquino el que finalmente logre ir a la boleta en 2024, sería la tercera elección general consecutiva con él como oponente.
Para algunos aliados de Biden si el dos veces impugnado expresidente vuelve a ser el candidato de su partido se perfila en el horizonte una lucha impredecible.
Aunque fuentes consultadas por Prensa Latina dejaron claro que en Estados Unidos será muy difícil que avance una opción diferente a las que tradicionalmente se alternan el poder cada cuatro años.
En ese sentido opinaron que en medio de un escenario tan complejo, West sería el aguafiestas de los demócratas pero resultaría irrelevante al lado de las maquinaciones políticas más amplias con Trump, que, pese a todo, pende en el ala como un posible favorito para la presidencia.
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