Como si en esa tela imaginaria que es la ciudad se pintaran los árboles, los animales, el ir y venir de los ciudadanos en su vorágine diaria, todo ello, conformado con pinceles de una amplia y variada paleta de colores.
Así permanece esta metrópoli cubana desde el pasado 4 de julio cuando comenzó la programación de Rutas y Andares, de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), cartera que eleva al nivel de expertos su pliego gigante para teñir la naturaleza del patrimonio heredado.
La Ruta Especial bajo el nombre de El arte de conservar el patrimonio regala este miércoles a toda la familia participante del programa de la OHCH, los talleres de papel, papel artístico artesanal y encuadernación.
Dicha actividad fue organizada por el Gabinete de Conservación y Restauración de Bienes Patrimoniales y se trata de una ruta que propone el acercamiento a diferentes procesos influyentes en el cuidado del bien cultural.
También se incluye en esta ruta intercambios interactivos con especialistas en el campo de la conservación patrimonial.
Para los niños, la OHCH prevé un trayecto especial de talleres y cursos de enseñanza sobre juegos didácticos, espacios lúdicos-deportivo y una fiesta «en bici», de la Escuela de Ciclo-movilidad para niños, a su vez, perteneciente al proyecto VeloCuba.
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