El CIS es señalado por el conservador Partido Popular (PP) como un aliado absoluto del presidente del Gobierno y líder socialista, Pedro Sánchez, pero la entidad se defiende y asegura que trabaja en apego a los sondeos.
Según la consulta, el PSOE se impondría con una ventaja de 1,4 puntos sobre el PP. Los socialistas conseguirían el 31 por ciento de los votos, en tanto que los populares lograrían el 29,6%.
Si bien el dato es trascendente, no lo es menos que el movimiento Sumar, que encabeza la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se consolidaría como la tercera fuerza política del país, con el 15,5 por ciento de los sufragios, seguida por el ultraderechista Vox con el 11,7%.
De tal forma, el PSOE y Sumar juntos, lograrían mayoría absoluta para formar gobierno. El detalle es que la encuesta no recoge las impresiones del debate cara a cara realizado entre Sánchez y el jefe del PP, Alberto Núñez Feijóo, esta semana.
Una semana muy tensa en el ámbito político, en la cual la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, intentó desmontar “mentiras o medias verdades” dichas por Feijóo en su encuentro con Sánchez en televisión.
Calviño subrayó que la inflación en 1,9 por ciento, el crecimiento proyectado de la economía de al menos un 2,2% y los 21 millones de afiliados con el correspondiente aumento del empleo, “son cifras contrastadas por organismos internacionales, exactas, precisas”.
De otro lado, después de circular durante horas la noticia de que España tendría que aplicar peajes en sus autovías en 2024 (algo negado por Sánchez), el director general de Tráfico (DGT), Pere Navarro, se disculpó públicamente.
Navarro lamentó ‘profundamente’ la ‘confusión’ creada por sus palabras sobre los peajes en las autovías y recalcó que su departamento no tiene ni información directa ni competencias atribuidas para pronunciarse sobre su implantación, en declaraciones difundidas por la agencia EFE.
Fuentes de la DGT señalaron que se malinterpretaron las palabras de Navarro en una entrevista en un programa de TV3, donde en la cual aseguraba que España debería comenzar un proceso de implantación de peajes en 2024 por imposición de Bruselas (Unión Europea).
Sus palabras parecían contradecir a Sánchez y fueron utilizadas de inmediato por medios afines al PP para desbarrar el jefe del Ejecutivo.
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