El protagonista del incidente, experimentado preparador uruguayo, fue detenido el 11 de mayo tras el partido entre Universitario y Corinthians, ganado por los locales en Sao Paulo, como parte de la Copa Suramericana. Hinchas brasileños lo acusaron de actitudes racistas que en Brasil son un delito.
Inicialmente, Abello lo negó todo y recibió el apoyo del club y la hinchada y hasta la Cancillería informó que el cónsul peruano en la ciudad brasileña daba seguimiento al problema.
Pero a la justicia brasileña llegó un video que mostraba al detenido moviendo el cuerpo como un simio mirando a las tribunas que lo abucheaban, prueba con la cual fue sometido a prisión preventiva.
Ante la evidencia, el club limeño manifestó disgusto, expresó su solidaridad humana con Abello y señaló que le brinda apoyo legal y asumió el compromiso de lograr su libertad y su retorno a Perú.
Comentaristas deportivos cuestionaron que el comunicado no condenara ni hiciera ninguna mención al racismo, ni lamentara la actitud de su preparador físico y señalaron que Abello debe cumplir su castigo, pero algunos soslayaron la gravedad del asunto.
La comunicadora afroperuana Sofía Carrillo, manifestó su extrañeza porque los segundos alegaron que en Brasil “están demasiado sensibles con el tema del racismo”.
“El hecho de que en el Perú la discriminación racial es tolerada y normalizada, no quiere decir que no sea delito. Los gestos del preparador hablan por sí solos”, comentó la activista anti-racismo.
Lo que Carrillo llama normalización se traduce en la falta de mayor rigor de las autoridades del futbol peruano contra actos racistas de hinchas y en menor medida de jugadores.
Tal relativa pasividad se da en el marco de la tendencia de sectores medios y altos que niegan la existencia del racismo y la discriminación, de los que hay frecuentes denuncias pese a leyes que condenan esas práctica antisociales.
Esos sectores, entre los que hay parlamentarios y dirigentes políticos conservadores que sostienen que todos los peruanos son iguales y califican como “resentidos” a quienes denuncian situaciones que desmienten esa afirmación.
A esa realidad pareció aludir el grupo “Hinchada Crema” de seguidores de Universitario, al señalar en tono de ironía en Twitter que “a un brasileño no le puedes decir que es negro ya que eso es racismo. A un peruano sí le puedes decir indio, hijo de puta, escupirlo y desearle la muerte. Lo primero es humillación, lo segundo ‘folclore’”.
En la misma red se publicó un video que muestra al administrador y primera autoridad del club, Jean Ferrari, en sus días de jugador, haciendo una imitación a un simio frente a la hinchada rival una imitación de un simio, muy parecida a la de Abello en Brasil.
Un exjugador emblemático de Universitario, Luis “Cuto” Guadalupe, de ancestros africanos, declaró que “Espero que esto sea un escarmiento o un mensaje a las autoridades no solo del fútbol y el deporte sino a la sociedad en general”.
“Hay que tomar medidas drásticas, cortar el problema de raíz, es la única forma de que la gente entienda”, añadió.
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