Por Yosbel Bullaín
Corresponsal jefe en Nicaragua
Con el retorno al poder en 2007 del Gobierno liderado por el presidente Daniel Ortega, las autoridades retomaron parte de las iniciativas implementadas en el sector en los años de 1980.
De ese modo, comenzaron a desarrollar aquí el modelo familiar y comunitario, con el cual la Revolución transformó la salud, convertida en mercancía por el neoliberalismo, a un derecho humano universal.
De acuerdo con el diputado nicaragüense Carlos Emilio López, a través del Ministerio de Salud (Minsa) se creó un sistema articulado que brinda atención integral con programas de prevención, cuidados y rehabilitación.
López añadió que dicho sistema se transformó de forma radical, pues en los tiempos del neoliberalismo había desprecio por la vida y la salud de las personas, pero ahora “es una prioridad para el pueblo presidente, con el 22 por ciento del total del presupuesto general destinado al sector sanitario”.
“Estos recursos han sido utilizados para construir una nueva infraestructura en salud y rehabilitar la que existía, como hospitales, casas maternas, laboratorios, clínicas y centros especializados”, detalló.
Así, la iniciativa gubernamental permitió el desarrollo de indicadores básicos como mortalidad materno-infantil, que hoy registra un 50 por ciento de reducción comparado con el 2006, según datos oficiales.
LOGROS CONCRETOS
La ministra de Salud de Nicaragua, Martha Reyes, resaltó el desarrollo del modelo sanitario que impulsa el Ejecutivo sandinista, el cual establece un contacto más de cerca con la comunidad y garantiza la prevención contra 17 enfermedades.
Según la titular, Nicaragua cuenta en la actualidad con la red hospitalaria más grande y moderna de la región (75), también tiene cinco mil 630 casa-bases en la comunidad (consultorios) y dos mil 765 sectores con un médico y dos enfermeras, quienes atienden un amplio número de pobladores en zonas urbanas y rurales.
Además, el país cuenta con 181 casas maternas que garantizan la atención permanente a mujeres embarazadas, y a través de la estrategia mi hospital en mi comunidad unido al programa de clínicas móviles, las autoridades logran la atención a pacientes con unas mil 200 ferias de salud semanales.
Otro avance fundamental lo constituye el programa de salud materno fetal, cuyo objetivo es detectar anomalías intrauterinas, proceso que Nicaragua lleva a la vanguardia con la realización de forma exitosa de más de 100 cirugías de ese tipo.
“En este tema, nuestro país es de avanzada, Centroamérica no lo tiene, nosotros somos de los pocos que desarrollamos este proceso que es una prioridad del Gobierno”, destacó la ministra.
Reyes aludió a la Operación Milagro, programa oftalmológico implementado aquí por especialistas cubanos en 2007, a través del cual se le devolvió la visión a más de 320 mil personas, sobre todo adultos mayores.
Al decir de las autoridades el desarrollo de los recursos humanos, así como la implementación de la alta tecnología, también son claves para lograr un servicio médico gratuito y de calidad.
De 13 especialidades existentes en 2006, el país cuenta hoy con siete más que hacen un total de 20, en tanto se han formado casi tres mil nuevos especialistas en diferentes áreas.
VACUNAS PARA MÁS SALUD
El proceso de inmunización en esta nación centroamericana no estuvo muy definido durante los años de las administraciones neoliberales pues sólo recibían atención quienes pagaban, mientras el resto de la población enferma simplemente no era atendida.
Fue a partir de 2007 cuando el Gobierno, a través del Minsa, comenzó a introducir aquí una serie de vacunas claves que no existían antes en el país, como la de neumococo, rotavirus e influenza, y desde 2020 las utilizadas contra la Covid-19, entre otras.
De acuerdo con Reyes, el proceso de inmunización contra el coronavirus SARS-CoV-2 avanza en Nicaragua, donde casi el 98 por ciento de la población recibió una primera dosis, mientras el 96 por ciento cuenta con esquemas completos.
“Esto significa un esfuerzo importante de la aplicación desde todas las unidades de salud al igual que el resto del esquema que está establecido, pero también las visitas casa a casa”, subrayó.
La ministra destacó la labor de los trabajadores del sector quienes, con la vocación de servicio y su prioridad establecida con calidad y cariño, aplican dichas vacunas desde los barrios.
Para las autoridades sanitarias es esencial las visitas casa a casa no sólo para el proceso de vacunación, sino también para otras actividades integrales como la captación de embarazadas y el control de desarrollo infantil, entre otras acciones.
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