El ente militar precisó que estas acciones son parte de la respuesta lanzada con armas de precisión sobre «instalaciones en las que se preparaban actos terroristas con el uso de lanchas no tripuladas contra Rusia» y «sobre una planta de reparaciones navales cerca de la ciudad de Odesa donde se fabricaban».
Además, fueron destruidos cerca de Odesa y Nikolaev depósitos de combustible con capacidad total de casi 70 mil toneladas que abastecían de carburantes a las Fuerzas Armadas de Ucrania. “Todos los objetivos fueron alcanzados”, precisó el Ministerio ruso de Defensa.
En Odesa, las alarmas antiaéreas se mantuvieron en vigor durante casi dos horas en la madrugada del martes, y según las autoridades locales, el bombardeo provocó daños a infraestructuras portuarias. Por su parte, el gobierno de la provincia de Nikolaev informó de un incendio en una instalación industrial.
Rusia lanzó su represalia a dos puertos del sur de Ucrania luego de que el puente del estrecho de Kerch, que conecta el este de la península de Crimea con la provincia rusa de Krasnodar, fuera atacado con drones marinos en la noche del 16 al 17 de julio.
El ataque, que Moscú calificó de terrorista y del que acusó a Kiev, provocó la muerte de un matrimonio, dejó herida a su hija, dañó la calzada en un tramo del puente y causó la suspensión del tráfico en plena temporada de vacaciones estivales.
El 8 de octubre pasado, la explosión de un camión bomba mató a cuatro personas en el mismo puente, provocó el colapso de dos tramos de la calzada y el incendio de vagones cisterna en la parte ferroviaria del puente.
La viceministra de Defensa ucraniana, Anna Maliar, reconoció a principios de julio que había sido un ataque lanzado por Ucrania para perturbar la logística rusa.
En respuesta, por aquel acto, Rusia lanzó en octubre y noviembre de 2022 varias oleadas de ataques a las redes de comunicación, electricidad y mando militar Ucrania.
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