Son posturas en contravía del calentamiento global de la atmósfera que tergiversan o ignoran las recomendaciones de la comunidad científica internacional, dijo Greenpeace en clara referencia al partido ultraderechista de Vox, candidato a cogobernar con el conservador Partido Popular (PP).
Con el lema “el negacionismo es tan peligroso para el clima como para la democracia”, recordó sus demandas en el manifiesto “Ampliar la democracia para hacer frente a la emergencia climática”.
Las organizaciones alrededor de Greenpeace que demandan mayor democratización de la sociedad, destacaron en rueda de prensa que en los comicios del 23 de julio en España hay muchas diferencias entre las propuestas de cada partido.
Unos proponen medidas más en línea con la ciencia, otros paralizar la acción climática, y una parte propone ir marcha atrás: contra la ciencia y la democracia.
Comentó, asimismo, que a pocos días de las elecciones generales, decenas de colectivos sociales, organizaciones ecologistas, representantes de la comunidad científica y de la Asamblea Ciudadana por el Clima, se unen para hacer un llamamiento a las urnas en contra del negacionismo climático.
El Gobierno resultante de estas elecciones deberá cumplir con el Acuerdo de París y limitar la subida de la temperatura global a 1,5 grados Celsio, apuntó.
El movimiento climático reclama a todos los partidos políticos un compromiso democrático claro con los objetivos de descarbonización fijados por estos acuerdos internacionales en 2015 y con las recomendaciones más recientes de la comunidad científica internacional formuladas en el sexto informe del IPCC en 2022.
De otro lado, consideró que España es uno de los países más vulnerables a la emergencia climática, con veranos cada vez más largos, olas de calor más frecuentes y el aumento de la mortalidad que conllevan.
El conjunto del territorio está expuesto a la desertificación en un 75 por ciento de su superficie, añadió.
En este contexto, la crisis climática debe estar en el centro del debate electoral y de la democracia, porque se trata, como expresó el secretario general de la ONU, de “un código rojo” de alerta para la supervivencia de la humanidad, argumentó Greenpeace.
Una gobernanza más democrática y más participativa para hacer frente a la extrema emergencia climática se funda en la incorporación de la ciudadanía y de todos los actores implicados en la toma de decisiones públicas, anotó.
Para ello, Democracia por el Clima reclama reforzar todos los mecanismos de participación ya existentes, como el Consejo Nacional del Clima y los actuales instrumentos de participación en planes y proyectos nacionales, regionales y locales.
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