Según la revista científica PLOS ONE, el equipo de expertos se centró en una proteína conocida como p38, y utilizaron técnicas genéticas para detener la producción de esta en el principal tipo de célula inmunitaria del cerebro, la microglía.
Los investigadores del Centro Sanders-Brown sobre el Envejecimiento de la Universidad de Kentucky, Estados Unidos, probaron sus efectos en un modelo de ratón en la fase inicial de la dolencia, para determinar si alteraría la trayectoria de formación de la placa amiloide, uno de los componentes de la mencionada enfermedad.
“Aunque las placas en sí no se vieron afectadas, sí disminuyó la cantidad de microglía próxima a ellas, lo que sugiere que la supresión de la p38 microglial puede afectar a sus interacciones con aspectos de la patología del Alzheimer”, precisa la fuente.
Los resultados indican que la inhibición precoz de la p38 podría alterar las interacciones entre las células inmunitarias cerebrales y la patología del Alzheimer, y sugieren que la supresión a largo plazo de la p38 no causa efectos adversos apreciables.
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