“Ambas intervenciones ayudaron con la depresión aproximadamente en la misma medida”, dijo en un comunicado la presentadora del estudio, Brenda Penninx, profesora de Epidemiología psiquiátrica de la University Medical Center en Ámsterdam, Países Bajos.
Sin embargo, dijo, el “tratamiento farmacológico en general tuvo un peor impacto sobre el peso corporal, la variabilidad de la frecuencia cardiaca y la presión arterial, mientras que la intervención basada en correr produjo un efecto mejorado sobre el estado físico general y la frecuencia cardiaca”.
De acuerdo con los autores los trastornos depresivos y de ansiedad causan un sufrimiento inmenso al comprometer la salud física y mental, de ahí que sea apremiante la necesidad de tratamientos eficaces.
Destacaron que aunque los fármacos antidepresivos se consideran un tratamiento estándar de primera línea junto con la psicoterapia, no son efectivos para todos y a menudo están asociados con efectos secundarios.
El estudio de intervención de 16 semanas contó con 141 pacientes con depresión o ansiedad, de ellos el 58 por ciento mujeres, y la edad promedio fue de 38,2 años.
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