Un pase de prensa permitió apreciar Dispararon al pianista, el largometraje de animación de los españoles Fernando Trueba y Javier Mariscal que repite la fórmula de Chico y Rita (2010), nominado al Oscar.
Son muchos guiños al jazz-bossa nova, la reivindicación de una estrella olvidada y la tenebrosa Operación Cóndor que truncó la prometedora trayectoria de Francisco Tenorio Junior en 1976, cuando se encontraba en Buenos Aires y fue tomado prisionero, desaparecido, torturado y finalmente asesinado.
Era el pianista del grupo de Vinicius de Moraes, pero más allá un virtuoso de la música, compositor, discreto con tres hijos y uno en camino, un conflicto amoroso y su mayor pecado ante los militares argentinos: llevar melena y barba.
De su talento dan fe Joao Gilberto, Caetano Veloso, Gilberto Gil, Milton do Nascimiento, Chico Buarque, y, muy especialmente, Vinicius de Moraes.
Fernando Trueba (Oscar por Belle Epoque) y Javier Mariscal, vuelven a derrochar pasión por la música, ahora con gran énfasis en la brasileña, y se valen de jazzistas de época para validar la entrega, entre ellos la cantante norteamericana Ella Fitzgerald, y el pianista cubano Bebo Valdés.
Una historia situada en las décadas de 1960 y 70, que se basa en hechos reales, e investiga la trayectoria de Tenorio Junior a través del hilo conductor de un escritor y periodista estadounidense, a quien da voz el actor Jeff Goldblum.
Las imágenes son asombrosas, mostrando una depurada tecnología de animación que permite recrear detalles de la trepidante investigación en torno a lo ocurrido con el pianista. Igualmente, otro guiño, a la memorable Tirez sur le pianiste de la Nouvelle Vague francesa, concretamente de Francois Truffaut.
También es una oda a la libertad creativa de la época, un tributo en el cual está implícito Antonio Carlos Jobim, fallecido en 1994 y coautor de la famosísima Garota de Ipanema (La chica de Ipanema).
Al final, es un thriller de animación si cabe encasillarlo, en el que la Operación Cóndor de las dictaduras latinoamericanas emerge con toda su maldad y desmanes, para dejar huérfana a una familia, amigos y a la música, sólo por el “delito” de tener melena y barba.
La película, que se estrenará en España en octubre próximo, deja una sensación ambivalente. Por un lado, la terrible historia de Tenorio Junior como ser humano, y de otro, la espectacular belleza de la música brasileña.
jha/ft