El reo, condenado a la pena capital por el asesinato en 2001 de Dorothy Epps, de 75 años, había interpuesto una demanda ante la posibilidad de que ese método supusiera un castigo cruel e inusual, y pidió la utilización de otro.
Pero la justicia denegó la solicitud y autorizó que la ejecución comenzara a la 01:34, hora local, de este viernes y el fallecimiento ocurrió a la 01:56, según un comunicado de la oficina del fiscal estatal Steve Marshall.
Barber solicitó a un tribunal de distrito de Estados Unidos que impidiera su ejecución con cualquier método diferente a la hipoxia nitrogenada, una alternativa a la inyección letal que está permitida por la legislación de Alabama, pero que aun no fue aplicada.
Según su demanda inicial, la inyección letal violaría sus derechos en virtud de la Octava Enmienda, pues mencionó tres ejecuciones supuestamente fallidas en Alabama el año pasado con ese procedimiento.
Los abogados de Barber plantearon que los funcionarios del Departamento de Instituciones Penitenciarias tuvieron dificultades para administrar los fármacos mortales en las vías intravenosas de esos condenados.
Todo ello generó un mayor escrutinio del proceso de inyección letal de Alabama y llevó a que la gobernadora republicana, Kay Ivey, pidiera en noviembre pasado al fiscal Marshall detener las ejecuciones para realizar una «revisión exhaustiva» de su protocolo, reportó la cadena televisiva CNN.
En febrero pasado Ivey dijo que las ejecuciones podrían reanudarse y Barber fue el primer ejecutado desde la revisión.
En su reclamo previo, el prisionero advirtió que Alabama no había «implementado ninguna mejora significativa en su protocolo de inyección letal».
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