De lo contrario puede hacer 75 minutos de manera vigorosa en el mismo lapso, pero lo más importante es romper los períodos prolongados de sedentarismo ,aunque sea con ejercicios ligeros, asegura la revista Health and Quality of Life Outcomes.
Cualquier actividad -aseguran los investigadores de la Universidad de Cambridge, Reino Unido- debe estar adecuada a las condiciones físicas de cada individuo.
Cuando los adultos tienen más de sesenta años y reducen el tiempo de los ejercicios comprometen su calidad de vida, y la misma suerte correrán los sedentarios que prefieren la lectura y la televisión.
Hacer ejercicios en la vejez es importantísimo, pues aumenta la frecuencia cardíaca, reduce el riesgo de una serie de enfermedades, incluidas las cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y el cáncer.
Más actividad física reduce el dolor en condiciones comunes como la osteoartritis, porque mejora la fuerza muscular.
Los ejercicios-además de combatir la ansiedad y la depresión- contribuyen a que los adultos mayores sigan cuidándose a sí mismos.
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