«En cuanto a los últimos días, confirmamos que los combates se han intensificado, de manera sustancial», dijo el mandatario a los participantes del foro que se desarrolla en la ciudad de San Petersburgo, y agregó que los principales enfrentamientos tuvieron lugar en Zaporozhie.
El líder ruso aseveró que «todos los intentos de contraofensiva fueron repelidos», y las fuerzas ucranianas fueron forzadas a retroceder tras sufrir grandes pérdidas.
Según el jefe de Estado, las tropas ucranianas intentaron recuperar equipos, heridos y los cuerpos de los muertos abandonados, pero también fracasaron.
«El enemigo sufrió grandes pérdidas de personal: más de 200 personas. Por desgracia, nosotros tampoco nos libramos de las pérdidas, pero la diferencia es enorme, muchas veces, más de 10 veces menos que el enemigo», consignó Putin.
De los 50 vehículos blindados totales que utilizaron las fuerzas ucranianas durante la contraofensiva en la zona de Zaporozhie, 39 unidades, incluidos 26 tanques y 13 carros blindados, fueron destruidos, indicó el presidente.
La ofensiva ucraniana en las líneas de operaciones del sur de Donetsk, Zaporozhie y Artiómovsk comenzó el pasado 4 de junio. Kiev desplegó brigadas entrenadas por la Organización del Tratado del Atlántico Norte, y armadas con tecnología occidental, incluidos los muy promocionados tanques Leopard.
El pasado 11 de julio, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, anunció que Kiev no logró sus objetivos en ninguna línea de operaciones, y sus pérdidas totalizaron más de 26 mil soldados, así como mil 244 tanques, 21 aviones, cinco helicópteros, y 483 vehículos aéreos no tripulados.
Desde el 24 de febrero de 2022 Rusia desarrolla una operación militar especial en el este de Ucrania que, a decir de Putin persigue desmilitarizar y desnazificar al país vecino e impedir los ataques del gobierno de Kiev contra la población civil de las Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk.
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