Activistas locales citados por la agencia nacional SANA informaron que una caravana norteamericana de 30 camiones, procedente del norte del Iraq, ingresó a la ciudad de Al-Shadadi, ubicada a 60 km al sur de Hasakeh, capital de la provincia nororiental del mismo nombre.
Según detallaron las fuentes, los vehículos cargaban armas medianas avanzadas, misiles antitanques, sistemas modernos de telecomunicación e interferencia, además de grandes cantidades de municiones.
Los activistas aclararon que la caravana fue custodiada por vehículos blindados estadounidenses y otros pertenecientes a la milicia separatista autodenominada Fuerzas Democráticas Sirias que recibe apoyo de la Casa Blanca, y el material que llevaba fue descargado en el enclave del Pentágono en Al-Shadadi.
De acuerdo con el medio, el objetivo es consolidar la presencia ilegal norteamericana en territorio sirio, especialmente en la región nororiental de Al-Yazira -Este del Éufrates-, en una flagrante violación de las leyes y principios internacionales.
Medios locales sirios difundieron recientemente que los refuerzos enviados por el Pentágono al nordeste de Siria incluyeron tres sistemas de lanzamisiles Himars.
Fuentes fidedignas citadas por estos mismas publicaciones informaron que Estados Unidos envió dos mil 500 soldados a sus bases ilegales ubicadas en el norte de Iraq y nordeste de esta nación del Levante.
El Pentágono tiene en Siria al menos una docena de bases, en su mayoría en los campos de petróleo y gas en la región nororiental de Al-Jazzira, principalmente en Hasakeh, mientras mantiene una en la zona de Tanef, en la frontera con Iraq, para impedir cualquier comunicación terrestre entre estos dos países.
Siria denunció en varias ocasiones que las fuerzas de Estados Unidos entrenan y forman a milicias separatistas y extremistas para seguir desestabilizando el país y prolongar la guerra en el mismo.
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