El cierre del espacio aéreo comenzó con el inicio de los combates entre el ejército y los paramilitares con el objetivo de facilitar los ataques de las Fuerzas Aéreas sobre las posiciones rebeldes, en esta capital y otras importantes ciudades del país.
Por otra parte, las negociaciones de paz continúan suspendidas ya que el Ejército dijo la víspera que solo volverá a la mesa de diálogo en Arabia Saudí si las denominadas Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, inglés) se retiran de zonas residenciales y carreteras del país para no poner en peligro a la población civil.
En tanto, los paramilitares acusan al Ejército de poner en peligro a los civiles con los bombardeos y dijeron que no se retirarán de los sitios estratégicos que ocupan como la refinería de petróleo, la sede de la radio y la televisión nacional y el edificio del palacio presidencial.
Según fuentes médicas el número de muertos por la guerra supera los mil 100 pero estas cifras se consideran conservadoras por los analistas. Mientras, más de tres millones de personas huyeron de sus lugares de origen, tanto internamente como a países vecinos.
Los enfrentamientos en Sudán estallaron el pasado 15 de abril por contradicciones en medio de un proceso de integración de las Fuerzas de Apoyo Rápido, lideradas por Mohamed Hamdan Dagalo, vicepresidente del Consejo Soberano de Transición (CST), al seno de las Fuerzas Armadas, y el jefe del Ejército y presidente del CST, Abdelfatá al Burhan.
Ambos con grado de general, se disputan el control del país después del derrocamiento en 2019 del presidente Omar al Bashir.
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