Para los expertos no se producirá un escenario de casos graves ni que el repunte sea prolongado.
Datos recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) muestran que muchos de los indicadores de la Covid-19, incluidos los ingresos hospitalarios, las visitas a urgencias y la positividad en las pruebas, tienden a aumentar.
Según la explicación, el SARS-CoV-2, virus que causó la pandemia de Covid-19, se sumará al mismo calendario de muchos otros patógenos o virus que atacan las vías respiratorias como la gripe y la neumonía, entre otras de las enfermedades comunes hacia el final del verano e inicio del invierno.
Y es que tres años y medio después del brote pandémico que sacudió al mundo con millones de muertes, la Covid-19 ahora convertida en endemia todavía se niega a desaparecer, indicó un comentario en una radio local.
Los números de los CDC sugieren que otros patógenos que pueden causar síntomas similares a los de la gripe o afecciones estomacales, como el adenovirus, el norovirus y el rotavirus, están circulando a niveles mucho más altos este verano que el año anterior.
De igual forma los CDC están rastreando una serie de variantes de la Covid-19 que circulan conjuntamente, todas ellas parecen ser descendientes de segunda o tercera generación del tipo recombinante XBB, cada uno con ligeros retoques genéticos que los hacen más aptos y contagiosos, reseñó la CNN.
Esos ajustes graduales del virus eran de esperar y no se reporta un salto evolutivo repentino como el de la variante Ómicron, añadió la televisora.
Sin embargo, los expertos creen que hay muchas posibilidades de aparezca otra variante similar a esa en los próximos dos años.
Más de un millón de personas murieron a causa de la Covid-19 en los Estados Unidos.
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