Con ese documento los militares podrán sufragar y elegir presidente, vicepresidente y asambleístas, y también tendrán las boletas de la consulta popular para pronunciarse sobre la extracción petrolera en el Parque Nacional Yasuní y el Chocó Andino, según corresponda.
Las credenciales permitirán a los uniformados tener el derecho a votar, si lo desean, en el recinto en el que estarán ubicados el día de la cita electoral para resguardar la seguridad del centro.
En el padrón electoral de Ecuador constan 13,4 millones de ciudadanos, es el mismo registro utilizado para los comicios regionales y locales del pasado 5 de febrero.
En estos momentos transcurre -sin el ruido de proceso anteriores- la campaña de los ocho candidatos a la presidencia, quienes recorren el país en busca de votos.
Luisa González, la aspirante del movimiento correísta Revolución Ciudadana, lidera todas las encuestas con vistas a los comicios, aunque la posibilidad de una segunda vuelta el 15 de octubre está sobre la mesa.
Por su parte, el CNE aún no se ha pronunciado sobre la posibilidad de adelantar el periodo proselitista de quienes se encuentran en la carrera por un curul en el legislativo.
Estaba previsto que este lunes sesionara un pleno de los consejeros electorales, pero la reunión fue suspendida en dos ocasiones.
Ecuador acudirá a las urnas en un contexto marcado por la crisis política y de seguridad, con un alza de la violencia en cárceles y calles del país.
La mayoría de los candidatos centra sus mensajes de campaña en ese tema, considerado la principal preocupación de los ciudadanos, y mientras algunos hablan de mano dura contra la delincuencia, otros abogan por combinar la represión con la prevención y la atención a problemas sociales.
El domingo 13 de agosto los contendientes a la silla presidencial se verán las caras en el único debate organizado previo a la jornada de los comicios que tendrá una duración aproximada de tres horas.
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