La organización, señalada de asesinatos y golpizas, tiene estructuras en Perú, México, Brasil, Ecuador y Colombia, e incluso sus acciones causaron varias muertes, agregó el periódico.
Desarticulada aquí con el arresto de 110 personas y la salida de cerca de 400 miembros por puntos ciegos y aeropuertos del país, la estructura criminal fue usada para lavar y extraer de El Salvador cerca de 20 millones de dólares mediante la estafa y usurpación de la identidad de cientos de personas.
Varios medios digitales de diversos países coinciden que estos tipos de préstamos se pusieron muy de moda en Colombia y Venezuela, desde finales de la década de 1990, sin embargo, se extendieron a México, Perú, Argentina y otros, precisó la publicación salvadoreña.
En El Salvador, el modo de operar de esta estructura era ofrecer préstamos entre 300 y mil dólares con 20 por ciento de interés, pero obligaban a las personas a pagar cuotas diarias, y si se atrasaban eran amenazadas o les usurpan identidad, con el propósito de enviar remesas al extranjero, a Colombia y no despertar sospechas y de esa manera lavar dinero.
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