Casi que no era necesario nombrarlos. Son Kylian Mbappé y Ousmane Dembelé, que gravitan alrededor de los dos clubes españoles más importantes, Real Madrid y Barcelona, para no variar.
El caso Mbappé se antoja una telenovela por entregas con tantas temporadas que puede romper los récords Guinnes, el famoso libro que cumplirá el 27 de agosto su 68 aniversario.
¿Viene o sigue? La insistente pregunta hasta ahora sin respuesta en su guerra personal con el PSG.
El extraordinario delantero parisino, que a sus 24 años de edad ya ostenta un título mundial y un subcampeonato, protagonizó el pasado año otro culebrón y cuando parecía un fichaje seguro del Real Madrid, cambió de parecer y aceptó un contrato multimillonario con el París Saint Germain (PSG).
Florentino Pérez, el mandamás de los merengues, acentuó su perfil mediático muy discreto y dejó correr el tiempo. Pero Mbappé siguió en los reflectores del club, a priori por su aparente deseo de desembarcar en la capital española en el futuro.
De pronto, comenzó a crecer una suerte de bola de nieve en picada a partir de una carta que escribió el jugador a la directiva del PSG en la que adelantaba su intención de no renovar con el equipo en 2024.
Si insistía en su decisión de mantenerse en el conjunto de la capital francesa durante la temporada que arranca en poco más de una semana. Sin embargo, la situación se fue tensando y el presidente del PSG, el qatarí Nasser Al Khelaifi, tomó drásticas medidas.
La primera, apartarlo de la gira del plantel por Japón y en las últimas horas, de excluir la foto de Mbappé de la página web del club. Mientras, el jugador se mantuvo entrenando en las afueras de París, después de tomarse sus vacaciones.
Alrededor de esta telenovela interminable, hay una danza multimillonaria dando vueltas. Dicen los medios (españoles y franceses) que de Arabia Saudita le ofrecieron un contrato casi obsceno, 300 millones de euros por jugar una temporada, lo cual rechazó.
Entonces, Al Khelaifi deslizó varios globos de ensayo para colocar al Barcelona como candidato a fichar a Mbappé y luego, al afirmar que el veloz goleador tiene un preacuerdo con el Real Madrid.
DEMBELE EN RUTA
En paralelo, Ousmane Dembelé, que en su momento costó al Barcelona 145 millones de euros, tejió su propia historia al aceptar, a todas luces, una oferta del PSG, según la cual cobrará 20 millones de euros, una cifra imposible de sostener por los azulgranas.
Un desplante total del francés, acosado por las lesiones y con rendimiento irregular hasta que el entrenador Xavi Hernández logró recuperarlo. Mejoró en uno de sus problemas fundamentales, la disciplina, y se convirtió en pieza clave de la escuadra catalana.
Mientras toda la estructura del fútbol se inclina a confirmarse como uno de los negocios multimillonarios más rentables del mundo (Lionel Messi en Miami, Cristiano Ronaldo o Karim Benzema en Arabia Saudita), la expectativa continúa.
Ya hablan detractores de Mbappé que el número de su camiseta en el PSG será traspasado a Dembelé, en tanto en el Real Madrid sigue vacante el número nueve.
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