En la tarde de este jueves debe conocerse la decisión definitiva de la justicia, en medio de reclamos policiales de libertad del agente, mientras amplios sectores de la sociedad demandan que siga encerrado y el gobierno insiste en que nadie está por encima de la ley.
A principios de julio las fuerzas del orden actuaron en Marsella en el contexto de disturbios que siguieron a las movilizaciones tras la muerte en Nanterre, en la Región Parisina, del adolescente de 17 años Nahel, por el disparo de un uniformado durante un control vehicular.
En ese escenario sufrió severas lesiones el joven de 22 años Hedi, hechos que motivaron una investigación sobre el accionar de varios policías, la que condujo a la detención de uno de ellos.
El policía en cuestión admitió que lanzó una bala de defensa, proyectil no letal que ha desatado polémicas, pero su defensa alega que no hay pruebas de que impactara al joven.
De acuerdo con la Fiscalía, el encierro preventivo debería mantenerse hasta el 30 de agosto, día en el que está previsto el interrogatorio.
Medios de prensa divulgaron en las últimas horas la lista de lesiones graves sufridas por Hedi en la noche del 1 al 2 de julio, atizando el malestar por la actuación policial.
Una cifra importante de agentes decidió acogerse al paro médico en señal de protesta y otros redujeron al mínimo su servicio, lo cual llevó a la intervención del gobierno francés.
El presidente Emmanuel Macron, la primera ministra Élisabeth Borne y el ministro del Interior Gérald Darmain expresaron apoyo a las fuerzas del orden, pero al mismo tiempo insistieron en que la justicia es igual para todos.
Según analistas, el pedido de la Fiscalía y la eventual decisión a favor de la continuidad del encierro pudiera avivar las reacciones de los uniformados, pero la liberación del sospechoso pudiera provocar el regreso de los disturbios.
La polémica creció el mes pasado cuando el jefe de la Dirección General de la Policía, Frédéric Veaux, se pronunció abiertamente contra la detención preventiva del agente.
Desde la izquierda, figuras políticas como el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, exigieron respeto a la separación de poderes y repudiaron la interferencia en la actuación de la justicia.
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