Hemos visto una resiliencia asombrosa en las comunidades, pero la gente aún se encuentra atrapada en una situación muy difícil, indicó la organización.
Muchas personas en Türkiye, particularmente aquellas que perdieron sus hogares e ingresos, todavía luchan con sus necesidades diarias, incluido el pago de alimentos y alquiler, declaró el jefe de la delegación de la FICR, Rubén Cano.
Una vida normal aún está lejos de llegar, y muchas personas caen en deudas cada vez más profundas para cubrir sus necesidades mientras se recuperan y reconstruyen sus fuentes de ingresos, añadió Cano.
Según un comunicado de la organización, más del 50 por ciento de las familias apoyadas por FICR y por la Media Luna Turca aumentan sus deudas tras los terremotos en medio de grandes incrementos de precios.
La situación es peor en Siria, pues los 12 años de conflicto complican aún más la recuperación de los territorios afectados y donde la situación económica empuja a las comunidades más vulnerables hacia la incertidumbre y la dificultad.
En opinión del jefe de la delegación de la FICR en Siria, Mads Brinch Hansen, la fase de rescate de la respuesta al terremoto puede haber concluido, pero la situación de emergencia persiste.
Se necesita apoyo internacional inmediato para satisfacer las necesidades humanitarias y desarrollar la resiliencia de las personas y rehabilitar la infraestructura vital y los servicios comunitarios, que están al borde del colapso, agregó Hansen.
La organización informó de que sus equipos brindaron ayuda a las comunidades más afectadas a través de alimentos, agua, refugio, atención médica y apoyo psicológico gracias al apoyo financiero tanto de efectivo como de cupones.
Sin embargo, las dos solicitudes de emergencia realizadas por la FICR, en las que se pedían un total de 500 millones de francos suizos (unos 522 millones de euros), tienen un déficit de financiación del 74 por ciento para Türkiye y del 57 por ciento para Siria.
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