También las cotizaciones escalaron por las nuevas restricciones comerciales para el arroz, precisó además la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en una nota, fechada en Roma, donde está su sede, y reproducida por la Oficina en la capital cubana de ese organismo.
El índice de precios de los alimentos de la FAO, que hace un seguimiento mensual de los precios internacionales de los productos alimenticios comercializados a nivel mundial, registró un promedio de 123,9 puntos en julio, es decir, un 1,3 por ciento más que el mes anterior aunque un 11,8 por debajo del nivel del séptimo mes de 2022.
El incremento obedeció a un marcado aumento del índice de precios de los aceites vegetales de la FAO, que subió un 12,1 por ciento desde junio tras siete meses consecutivos de descensos, consignó el texto.
Los precios internacionales del aceite de girasol se recuperaron en más de un 15 por ciento durante el mes, debido – según el comunicado- principalmente a la renovada incertidumbre en torno a los suministros exportables tras la decisión de la Federación de Rusia de poner fin a la aplicación de la Iniciativa sobre la Exportación de Cereales por el Mar Negro
Así, las cotizaciones mundiales de los aceites de palma, soja y colza aumentaron a raíz de la preocupación por las perspectivas sobre la producción en los principales países productores.
En cambio, el índice de precios de los cereales de la FAO se redujo un 0,5 respecto de junio, por una caída del 4,8 en las cotizaciones internacionales de los cereales secundarios debido al incremento estacional de los suministros de maíz procedentes de las cosechas en curso en la Argentina y el Brasil.
También a causa de una producción potencialmente mayor a lo previsto en los Estados Unidos de América.
Sin embargo, los precios internacionales del trigo aumentaron un 1,6 por ciento, su primer incremento intermensual en nueve meses, debido a la incertidumbre en torno a las exportaciones de Ucrania, así como a la persistencia de las condiciones secas en América del Norte.
En cuanto al índice de precios de la FAO para todos los tipos de arroz, éste aumentó un 2,8 por ciento en el mes y un 19,7 en el año y alcanzó su nivel nominal más alto desde septiembre de 2011.
Lo anterior dado que la prohibición de las exportaciones de arroz índica sin cocción previa impuesta por la India el 20 de julio propició las expectativas de aumento de las ventas de ese cereal de otros orígenes, lo que aumentó la presión al alza que ya ejercían sobre los precios la mayor escasez estacional de suministros y las adquisiciones en Asia.
La FAO advirtió que esta presión al alza sobre los precios del arroz planteaba una gran preocupación en materia de seguridad alimentaria para una amplia franja de la población mundial, en especial para la que era más pobre y destinaba una mayor proporción de sus ingresos a la compra de alimentos.
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