Sami Beranger, representante del Ejecutivo en la localidad de Nohau, declaró a medios televisivos que los cuerpos de los occisos fueron depositados en la morgue del Centro Hospitalario Regional, a la espera de ser identificados por sus familiares.
Otras fuentes señalaron que tras la embestida contra los civiles, los supuestos elementos radicales incendiaron una decena de camiones de transporte de mercancías.
Burkina Faso, país donde en 2022 ocurrieron dos golpes de estado militares, es azotado desde 2015 por asaltos de organizaciones extremistas vinculadas a la red terrorista Al-Qaeda y el Estado Islámico.
Tales ataques, además de causar cientos de muertes de civiles, provocaron en los últimos ocho años el desplazamiento de más de dos millones de pobladores, según datos de entes humanitarios.
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