El director del IRC en Afganistán, Salma Ben Aissa, alertó que los recortes en la ayuda humanitaria para el país provocaron un aumento del 60 por ciento en el número de personas necesitadas debido al colapso económico, el cambio climático y la reducción del acceso a los servicios básicos.
Desde el 15 de agosto de 2021, cuando los talibanes tomaron el poder, Afganistán ha sufrido un rápido colapso económico y las personas comunes han pagado el precio. Las personas que anteriormente tenían trabajo y eran autosuficientes ahora dependen de la ayuda humanitaria y muchas familias ya no pueden permitirse alimentarse, señaló Aissa.
El titular nacional del IRC añadió que dos años después de establecerse el Emirato Islámico (gobierno talibán), la economía sigue aislada de los sistemas internacionales y 28,8 millones de personas requieren asistencia humanitaria, mientras que casi la totalidad de la población vive en la pobreza.
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